Ya estamos transitando el último mes del año… diciembre es sinónimo de reuniones sociales, laborales, cierre de ciclos y, sobre todo, es una época de balances personales. En el hogar y el ámbito familiar ya se empieza a planificar la cena de Navidad y Año Nuevo. Se respira un aroma a Navidad por doquier, las calles adquieren tonos verdes, rojos, dorados y plateados para indicar que el fin de año está cada vez más cerca.
Infeliz Navidad para algunos
Existe un porcentaje de la población que, literalmente, padece esta época del año. Odian la Navidad y todas las costumbres y tradiciones que ella implica. Estas personas sufren del llamado síndrome de la Navidad: sienten indiferencia o sensibilidad y tristeza permanentes.
Este síndrome se manifiesta a nivel psicosomático, ya que quienes lo sufren sienten un profundo desánimo, dolores corporales, gastritis e incluso pueden desencadenar otro tipo de enfermedades y afecciones. Se trata de un estrés temporal que se manifiesta de esta manera y en esta época.
En especial aquellas personas que tienen situaciones en el pasado que aún no han podido resolver son más propensas a desarrollar este síndrome. Veamos los tres factores principales del estrés navideño.
Ciclos que terminan
Es normal que al promediar el año nos detengamos a pensar qué tal nos ha ido, qué objetivos hemos cumplido y cuáles nos han quedado pendientes. Si hemos aprovechado al máximo cada día que hemos vivido y demás preguntas de tipo auto evaluativas.
Cuando las respuestas que podemos dar a estas cuestiones no son del todo satisfactorias porque nos damos cuenta que no llegamos a cumplir nuestras metas aparece el problema. Emociones como la tristeza, la frustración o la desilusión con nosotros mismos por no haber cumplido se apoderan de nosotros.
Te invito a tomarte desde 10 minutos con tus gafas PSIO para poder relajar la mente y lograr armonía contigo mismo y con quienes te rodean. De esta manera puedes erradicar estos pensamientos nocivos que tanto daño te hacen.
Reuniones familiares con ausencias
Los compromisos familiares afloran en esta época más que nunca. Surge la obligación de juntarte con miembros de tu familia con los que tienes poca o nada de afinidad, solo por cumplir… ¡y ni hablar de la familia política!
Por otro lado, el recuerdo de los seres queridos que hoy habitan otro plano y no están presentes para el abrazo sentido y querido genera sentimiento de mucha tristeza y melancolía.
Otras personas que sufren de soledad, ven incrementada este sentimiento de soledad con lo que estas fiestas pueden desarrollar en depresión
¿Regalos para todos?
Sentirte en el compromiso de entregar un obsequio a todos los presentes es estresante. Sencillamente porque no siempre el presupuesto nos da para oficiar de Papá Noel, el tiempo y las ideas para acertar el regalo. La mejor inversión es la que haces para ti mism@ y tu familia. Tus gafas PSIO son un excelente regalo que os brindará una vida plena de bienestar y mejora de vuestra calidad de vida; Sea para dormir mejor, recuperar la energía, gestionar el estrés y la depresión, incluso potenciar el trabajo intelectual.
Los consejos de ZenFacil para una Navidad saludable
Sé benévola contigo: olvida lo malo que te ha pasado este año y con lo que no pudiste lograr. Seguro que hay muchas cosas y proyectos que te han salido bien. Quédate con lo bueno que te ha pasado y con la promesa de mejorar.
Relaciones sanas: recuerda que eres libre de elegir con quién sí y con quién no compartir estas fiestas. Y siempre lucir tu mejor sonrisa para ellos y con los que ya no están.
Consumo sostenible: te invitamos a consumir con consciencia e invertir en regalos útiles, locales y saludables. Recuerda que los excesos del consumismo dañan al medio ambiente del planeta que cada vez tiene recursos más escasos.
¡Feliz Navidad!